LILA otro color (V): Correcciones

Uno de los recursos más recurridos por los profesores para evaluar los conocimientos adquiridos por los alumnos son los exámenes. Pruebas escritas u orales, controles…

Probablemente no sea la forma más efectiva de evaluar a un niño, ni la única tampoco, pero en LILA también se usa.

No es el hecho de usar los exámenes como recurso evaluativo lo que llama mi atención, sino la forma en la que lo corrigen.

chicas03No es tarea del profesor corregir, es tarea del alumno. El profesor indica con un círculo el apartado que no es correcto y entrega los exámenes a los niños.

Una vez tienen el examen, los alumnos tienen que observar las indicaciones del maestro, pensar en el error que han cometido y corregir aquello que no es correcto.

Pero la tarea de corregir no acaba ahí. Mientras observan las indicaciones, en una hoja en blanco tienen que escribir los errores que han cometido, en qué han consistido y qué deberían haber hecho, para posteriormente, enseñárselo a sus padres.

Una vez más, la reflexión predomina por encima de todo.

Personalmente, esta forma de corregir reflexionando sobre los errores cometidos es bastante mejor que la utilizada en España, la cuál consiste en entregar la prueba con una nota y las soluciones en rojo.

El hecho de dar una calificación implica que el alumno ponga más interés en la calificación que en aquello que no ha aprendido. En cambio, de la forma de corregir que tienen en LILA no tienen exactamente una nota. Te dicen qué es lo que has aprendido y lo que no, y por tanto qué tienes que trabajar.

Una de las frases que dijo la profesora y que realmente me sorprendió y gustó fue:

«No importa si lo hemos hecho bien o mal, lo que importa es si lo hemos aprendido«

Y vosotros, ¿qué opináis de este sistema de corrección?

¿Cuál creéis que sería un buen sistema de evaluación?

3 comentarios en “LILA otro color (V): Correcciones

  1. Me parece magnífico.
    Un claro ejemplo de lo que señalas es que se pregunta «qué nota has sacado», no «qué has aprendido». Y se dice «he aprobado todo» no «he aprendido».
    La calificación es un arma de doble filo: fundamental de una parte para medir el progreso y las aptitudes, pero al tiempo corre el riesgo de desviar el foco de lo que realmente importa (el aprendizaje) hacia el resultado, con la consiguiente presión para trabajar de cara al resultado y no al crecimiento.
    En el fondo es reflejo de una cultura occidental que mira más la apariencia, lo que se tiene o posee o el status antes que lo que se es. Fama Vs Calidad, Apariencia Vs Esencia.

    Un abrazo, Isa 🙂

  2. Muy de acuerdo con tu opinión Pablo. Sólo tenemos en cuenta los resultados, no la evolución y crecimiento de los alumnos. No medimos ni el progreso ni las aptitudes como bien has dicho y, la también nos olvidamos de las actitudes de los alumnos, de su actitud respecto a sus compañeros, profesores, a la escuela, de su actitud respecto a la vida. Pero bueno, para tener en cuenta la actitud respecto a la vida tenemos «El universo de lo sencillo» 😉
    Escribí sobre las calificaciones en otro post : https://isabelsiguenza.wordpress.com/2014/03/21/esta-va-para-nota/
    Espero que te guste y
    ¡Gracias por leer y comentar!

    Otro abrazo Pablo 🙂

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